Después de cinco meses del confinamiento obligatorio empieza el inicio de una nueva etapa. Si todo sale como se espera, próximamente iremos reactivando las rutinas, sin embargo, hay ciertos aspectos que cambiarán a largo plazo. Por eso es importante analizar el balance que dejó la tecnología a propósito del fin del confinamiento obligatorio y el inicio de lo que conoceremos como la “nueva normalidad”.
Antes de la pandemia Colombia tenía 122.000 teletrabajadores, después del 24 de marzo este número aumentó a millones. Durante cinco meses el teletrabajo fue la principal herramienta para las empresas y al parecer esta tendencia no cambiará por lo menos dentro de los próximos 18 meses, de hecho, lo que parece ser la tendencia global es que más del 50% de las empresas reducirán sus espacios físicos de trabajo y seguirán implementando prácticas de distanciamiento social durante un buen periodo de tiempo.
Sin embargo, con el teletrabajo sucedió algo muy particular y fue la falta de límites que provocó una saturación en los empleados. En muchos casos las dinámicas cambiaron y la gente empezó a estar disponible para trabajar 24/7, sin lugar para airearse un poco de la carga laboral y sin espacio para algo muy importante como la interacción con los compañeros de oficina que es donde se genera la camaradería que da lugar al nacimiento de las mejores ideas. Está es una lección para todos.
La educación virtual ahora es una necesidad. De acuerdo con Online Business School, el mercado del e-learning experimentará un crecimiento del 9.6% y se mantendrá constante. Antes del Coronavirus, en nuestro país el 10% de los estudiantes estaban en modalidad virtual. A pesar de los esfuerzos la pandemia demostró dos aspectos claves para mejorar: el primero, el reto más complejo a resolver es la disponibilidad de infraestructura para poder responder a la demanda educativa. El segundo, la necesidad de capacitar a los maestros para enfrentarse a la virtualidad; en la inmensa mayoría de los casos lo que se dio fue educación remota y no virtual. Adaptar el modelo presencial al online no es simplemente transmitir mediante una plataforma. La tecnología jamás remplazará al maestro y al aula de clases, pero si puede ser su gran aliada, por eso requiere una seguir capacitación y alfabetizando en apropiación de las herramientas y metodología pedagógica.
Un tercer aspecto para analizar es la telesalud que hizo su debut durante la pandemia. Según ACEMI, entre febrero y mayo las EPS del régimen contributivo atendieron más de 2,8 millones de consultas de manera virtual. Si se compara con lo que sucedía antes de febrero, el aumentó de las consultas mediante telemedicina fue de 7.821 %. Se demostró que la tecnología puede ser una gran aliada para descongestionar los centros médicos, ahorrar tiempo en desplazamientos y, sobre todo, hacerles la vida más fácil a aquellos pacientes que por algún motivo se les dificulte movilizarse hasta el lugar de la consulta. La transformación en este sentido fue tímida, pero ahora recibieron un gran empujón que cambiará la dinámica de atención en salud.
La pandemia tomó al mundo por sorpresa, sin embargo, desde hace más de media década muchos veníamos insistiendo en la necesidad de iniciar procesos de transformación digital en muchos sectores. Algunos fueron escépticos, otros tímidos y algunos otros compraron la idea y durante la pandemia la digitalización fue el aliado que amortiguo los efectos de la crisis.
Lo cierto es que la tecnología ha sido clave para enfrentar la emergencia y será fundamenta en la reactivación económica. Sí, aún nos falta mucho por corregir, pero la gran lección es que demostró que sí o sí debemos apostar por la alfabetización y la implementación. Quien no se monte en este bus quedará rezagado.
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