El accidente de una avioneta en Ubaté ha dejado al país conmocionado, pues Martín, un bebé de tan solo un año, sobrevivió al siniestro en el que murieron tres adultos: sus padres y su niñera.
Todo indica que el pequeño se salvó gracias a que su madre tomó las medidas necesarias establecidas en los protocolos de emergencia y pudo ubicarlo de tal forma que protegió su vida. La mamá de Martín se llamaba Mayerly Díaz Rojas, con quien tuve el honor y la fortuna de trabajar, una profesional brillante, una mujer imponente, una mamá maravillosa y una de las primeras líneas de mujeres TIC en el país.
A Maye, como le decíamos, la conocí en 2015 cuando asumí como ministro de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y ella era la directora de Vigilancia y Control de la entidad y por sus cualidades profesionales la ratifiqué. Maye era abogada, especialista en Derecho de las Telecomunicaciones; una profesional excepcional que siempre buscó proteger al ciudadano y estaba totalmente convencida de que el servicio que prestaban las empresas de telecomunicaciones podía mejorar.
Junto con Maye tuve la fortuna de hacer realidad un proyecto que se conoció como PrevenTIC, el cual tenía como objetivo que los prestadores de servicios de telecomunicaciones, radio y postales cumplieran sus obligaciones y brindaran un mejor servicio a los ciudadanos. Posteriormente, PrevenTIC se convirtió en una política de Estado, gracias a las bases que estructuró Maye junto con su equipo, pero sobre todo fue gracias a PrevenTIC como logramos la decisión y el compromiso de las empresas para mejorar la calidad del servicio para los ciudadanos.
Un tiempo después se creó la Agencia Nacional Digital, que tenía como propósito ser una fábrica desarrolladora de software para el Estado colombiano, y así digitalizar muchos más sectores, transformando la operación de las entidades para hacerlas más eficientes. Sin dudarlo, esa misión se la encomendé a Maye, y fue ella su primera directora.
Maye era santandereana, específicamente de Barrancabermeja; le sobraba carácter, era decidida y frentera, nunca dejó de expresar su opinión ni sus puntos de vista. Mayerly formó parte de esa primera línea de mujeres TIC que tuvo el país, las primeras mujeres que se sintieron atraídas por el sector, lo estudiaron, lo investigaron, lo impulsaron y aportaron a él. Muchas de las decisiones importantes que se tomaron en el sector las tomó Mayerly, impactando la vida de todos los colombianos. De hecho, en 2013, Evaluemos la galardonó con el prestigioso Premio a la Innovación TIC por su contundente labor frente a la Dirección de Vigilancia y Control. Una valiente que jamás se amedrentó ante nada.
La partida repentina de Maye nos impactó a todos. Maye ha dejado un enorme vacío en el sector, en nuestros corazones, pero ha dejado un importante legado dentro del sector TIC y un referente de inspiración para las mujeres TIC. Perdimos a una amiga, a una excelente profesional, una mujer admirable que logró reconciliar siempre el ejercicio profesional, sus metas y fortaleza con ser una madre maravillosa y entregada, porque para ella siempre lo primero fueron sus hijos. En sus últimos momentos Maye protegió a Martín, una prueba de amor enorme y heroica que reflejó su grandeza. Esa era Mayerly.
Adiós, Maye querida. A sus hijos y familiares, toda mi solidaridad en estos momentos. También, a las familias del doctor Fabio Grandas y Nuris Maza. Q. e. p. d.
David Luna
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